lunes, 10 de junio de 2019

BAELO CLAUDIA- CLAUSURA DE LOS FESTIVALES PRÓSOPON 2019


Los ojos y las manos del arqueólogo ven y acarician no sólo las paredes y las piedras encuadradas entre las líneas del decumanus y del cardo, sacadas cuidadosamente a la luz por la piqueta y por el mimo de la brocha, eso que vemos los demás. Ellos intuyen lo que hay debajo e imaginan sin esfuerzo lo que hubo encima de unas ruinas.
 Por su cabeza se mueve la ciudad entera con sus calles vivas y sus casas y plazas ocupadas por el trajín de los ciudadanos. Tienen en su retina algo parecido a uno de esos juegos móviles de  transparencias y fotografías superpuestas del “Así era/Así es”.
 Por eso, cuando te obsequian con una visita al recinto de Baelo Claudia guiada por el arqueólogo que tiene encomendada la difusión y el conocimiento de la ciudad y que participa desde hace años en sus excavaciones, o sea por José Ángel Expósito, significa que te han regalado una entrada para revivir en directo la historia de Baelo y de sus habitantes desde hace 2.200 años.
 Así fue y así lo disfrutamos los participantes en la Clausura de los Festivales de Teatro Prósopon 2019 organizado por nuestra Sede en Baelo Claudia, una próspera ciudad romana dotada de todos los elementos que correspondían a su importancia de “municipium”: casas, foro, tiendas, mercado, teatro, templos, curia, baños, infraestructuras viarias y de abastecimiento sanitario,  pequeñas o grandes industrias…
Los restos de la antigua  factoría de pescado se hallan al sur, junto a ese mar, paraíso de windsurfistas, donde el viento  dibuja infatigable olas de mil formas y colores.
Allí hemos sabido de esa nueva empresa que, estimulada por la tesis doctoral de José Ángel, en la que diserta sobre el garum, ¡ha decidido fabricar de nuevo la celebérrima salsa en el mismo lugar y  con la receta original!                                                    
 Habrá que buscarla en los espacios gourmet de los  super.
Desde esa playa de Bolonia se distinguen las líneas difuminadas de la montaña Musa. Las inscripciones en las paredes del actual Museo dicen que desde el puerto de Bolon o Baelo  zarpaban los navíos rumbo a la Mauretania Tingitania.
¡Mil gracias, José Ángel, por resucitarnos Baelo Claudia y su historia entre sus propias piedras! Y también por permitirnos celebrar nuestra Clausura de los Festivales de Teatro Clásico Grecolatino Prósopon 2019  en el moderno edificio que alberga ese Museo de Baelo Claudia y en él al espléndido Doríforo de Baelo y otras joyas .
Felizmente hemos podido constatar, tras el informe de fin de curso de las 16 Sedes en nuestra Junta General, que nuestros  Festivales 2019  han contado  con la presencia en sus  20 aforos de un número de profesores y de alumnos superior al de  pasadas temporadas: casi 60.000. Y que la gran mayoría  de las representaciones de los grupos de teatro han alcanzado la valoración de excelentes. ¡Enhorabuena a todos y gracias!
Nos llena de esperanza también comprobar que paulatinamente se está produciendo un incremento y  renovación de nuestros equipos de Coordinación en varias Sedes. Su entusiasmo y juventud avalan la continuidad de nuestros Festivales de Teatro Grecolatino. Gracias también a todos ellos por su generosidad.
Y desde allí a Cádiz, la bella, la blanca Cádiz, la bien guardada…de los coches al menos.
 ¡Qué confusión de pegatinas, qué sustos con las multas por entrar en muchas ciudades con un coche! Madrid es un ejemplo.  Cádiz inventó hace tiempo un sistema sencillo e infalible: discos, discos descoloridos ya por el paso de los años,  en los que se prohíbe a los vehículos, con raras excepciones, entrar y circular por el  recoleto y antiguo corazón de la ciudad.
El visitante poco advertido enloquece entonces buscando desesperado una entrada, que nunca encuentra, a su céntrico hotel que siempre está, le dicen, “justo detrás de ese edificio”.
Soy víctima y testigo. Al final decides desprenderte de la máquina y, a pie y con la maleta, te sumas a la feliz cofradía que camina por sus estrechas calles o descansa y conversa ante una copa en sus múltiples placitas y terrazas.
Tuvimos ocasión de comprobarlo de nuevo  esa misma noche camino del prestigioso Casino Gaditano donde se celebró la cena de Clausura de los Festivales 2019 de Prósopon.
Y también en la mañana del Domingo,  porque nuestros acogedores anfitriones, María Antonia, Line y Javier, Coordinadores de Itálica y Baelo Claudia y organizadores de esta gratísima Clausura, querían dejarnos en la retina y el recuerdo las imágenes de la Cádiz histórica y monumental. Nos llevaron al  Oratorio de San Felipe Neri, la conocida y peculiar sede en la que las Cortes de Cádiz proclamaron la Pepa. A su lado el Museo Histórico e Iconográfico que exhibe, entre otras joyas, la admirable maqueta de la ciudad, tallada en madera y marfil.
Aunque llegues sin aliento al final, mi caso, la subida de los 173 escalones de la Torre Tavira, se da por bien sufrida al llegar hasta esa sala circular en que se halla la llamada Cámara Oscura, a 45 metros de altura.
 En este tiempo en que las cámaras electrónicas vigilan desde  posiciones estratégicas cada paso que damos, sorprende y admira que un artilugio óptico ¡del siglo XVIII! nos permita contemplar en círculo, en tiempo real, en su propio color y con la claridad y el contraste de la visión natural,  las casas, las calles, los tejados, hasta el vuelo de las aves y las figuras de los viandantes o el movimiento de las naves en el mar que circunda Cádiz. Impresionante.
Entristece un poco, sin embargo, ver, allá al fondo, a través de unos cristales en el suelo una pequeña parte de la scena del Teatro Romano, asfixiado por las casas,  de cuya cavea quedan al aire parte de las gradas superiores, muy heridas por el tiempo y por los hombres.”Estas, Fabio, ay, dolor, que ves ahora, ruinas de soledad…!”.Igual tristeza.
Fuera del núcleo de la ciudad los casi cuarenta participantes en esta gratísima Clausura nos hicimos la obligada foto de grupo ante el Monumento con el que se conmemoró el primer centenario de la admirada Constitución de Cádiz, de la que recibimos, por cierto, el regalo de una preciosa edición.
Desde allí,  y ahora ya  desde nuestros 17 destinos, recibid, queridos compañeros  de Itálica y Baelo, tan bien representados por Antonia, Line y Javier, nuestro profundo agradecimiento: nos habéis regalado, además,  unas muy agradables e instructivas  jornadas de Clausura. Gracias a todos.

Cipriano Fontanilla


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